El agua de primavera es una mezcla de hidrolatos de lavanda, tomillo, y salvia. Esta mezcla resulta ideal como perfume, por la sutileza de su aroma.
Se le confiere la propiedad de ser balsámica, recomendada para inhalaciones en casos de alergias o congestión respiratoria.
También útil para enjuagues bucales contra halitosis y contra la gingivitis, en gargarismos elimina el dolor de garganta y la infección que lo provoca.